Tomando en cuenta como base una puerta reticulada, y muros exteriores en el clásico rosa mexicano al estilo del arquitecto jalisciense Luis Barragán, se adaptó la impronta de la casa a ese esquema estético. Bajo la idea de uso rudo y constante, se eligió un mobiliario básico y funcional pero de calidad, con notas de diseño en cabeceros, que se han impreso con imágenes de la obra de Phil Kelly -autor irlandés radicado en muestro país, del que recibe el nombre la estancia-, reconocido por sus paisajes nacionales en paleta de color primario y pincelada dinámica, cerrando un círculo estético con una impronta muy mexicana; siempre pensando en la composición de espacios instagrameables para el visitante y en la experiencia nacional para el visitante extranjero. En consonancia, como parte del esquema estético, se utilizaron materiales crudos como madera, cuero, tela o cantera, algunos muebles iconos -como el clásico butaque Barragán o los candiles latonados al estilo Schiolari, típicos de esa estética de mediados del siglo XX-,privilegiando una paleta de colores primarios, luz natural y amplios ambientes exteriores , con vegetación interior y exterior.

Ante la necesidad de habitaciones cálidas y prolijas, pero con personalidad, se optó por componer un espacio neutro con el énfasis visual en gráficos generados por las texturas de las obras de Phil Kelly de tal forma que, aplicada en cabeceros, generaran un enunciado visual único. El resto del mobiliario se mantuvo neutro, manteniendo líneas simples y la pureza del blanco. Los materiales crudos, se extendieron a cortinas y duvets, procurando telas que, siendo lavables y de bajo mantenimiento, presentaran las texturas de lino y algodón natural, como es propio del esquema estético propuesto. Cada suite cuenta con camas de tamaño matrimonial -excepto las grupales o extras, de tamaño individual-, área de lectura, área de trabajo, área de preparación de alimentos y auxiliares para vestidor

En el entendido de proveer áreas de esparcimiento y convivencia, bajo los lineamientos establecidos por la administración, se procedió a colocar pequeños núcleos de reunión en las terrazas alrededor de la casa. La terraza trasera se ha equipado con mesas que funcionan tanto para un servicio a veinte personas como para grupos de cuatro a seis comensales también se ha equipado con una sala-lounge para seis personas, un área de café al aire libre para cuatro personas y un área de sol con fuente y espejo de agua para dos personas. En el frente se ha colocado un área para cuatro personas como terraza de fumadores, mientras que se cuenta con dos módulos para cuatro personas a cada costado de la entrada principal, con el fin de servir como recepción adicional o lugar de encuentro y espera para un transporte.

Para la cocina, se ha contemplado mobiliario a medida en madera sólida, más en el esquema de una cocina tradicional mexicana que en el de una industrial, para lograr mayor calidez y una interacción más amable con los inquilinos que requerirán delos servicios de la misma. Pensada para ser un lugar de encuentro y convivencia, se ha equipado el lugar con una barra alta que funge como mesa para que por igual sea el lugar de un café, que de superficie para la preparación de alimentos alrededor de la cual se aglutinen los comensales.

El ambiente general de la casa se ha mantenido, próximo, cotidiano y cómodo, para lograr la experiencia de sentirse en casa mexicana, fuera de casa, el objetivo primordial de la experiencia AirBnB.

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