Dedicaremos este espacio a descifrar uno de los enigmas más temidos de este cambio de siglo: el arte actual. Si ya de entrada bastaba la pose de algunos para hacernos sentir incómodos frente a obras maestras que – aún cuando a la mayoría nos son desconocidas por igual, admitámoslo- por lo menos nos son más familiares…ahora , ¿tenemos que hacer reverencias a cajas de cartón tiradas en el piso? Así, no hay quien gane.

Y, no…así no. Pero con algunos tips de por medio, comprenderemos que nos es más fácil acercarnos a la obra de arte actual por dos sencillas razones: compartimos la problemática y contexto del autor, que aunque teniendo su perspectiva  camina el mismo mundo que nosotros caminamos, mientras que por otro lado, es el mismo autor -a diferencia de otros tiempos en la historia del arte- el que nos invita a dialogar y completar su pieza desde el punto de vista que cada uno tengamos. Hace mucho que no tenemos que pasar por tontos cuando decimos nuestra opinión…relajémonos pues.

A partir de los años 60’s al acercarnos a una obra de arte actual lo más importante NO son nuestros conocimientos sobre la misma…hay que hacerlo por gusto, POR CURIOSIDAD. Uno está en derecho de que la obra le guste o no, sólo hay que tener claro, que eso no significa que la obra en cuestión sea buena o mala…por lo general, cuando no nos gusta, sencillamente no se ha desarrollado un puente de comunicación adecuado entre la pieza y nosotros. Bastará un interés genuino y leer la cédula de información para comenzar a desmadejar el asunto.

Para leer arte actual es necesario deshacernos de nuestros prejuicios…para abrir mente y corazón al reto de lo desconocido, y dejar de decir: 

¡NO ENTIENDO…!

¡ES DEMASIADO FÁCIL DE HACER, NO VEO QUE TALENTO SE NECESITA PARA HACER ESO!

¡CÓMO PUEDE UN ARTISTA PASAR COMO SI NADA DEL DIBUJO, A LA FOTOGRAFÍA, AL VIDEO…!

¡A MI ME GUSTAN LAS COSAS MÁS TRADICIONALES!

¡SE TRATA SÓLO DE LLAMAR LA ATENCIÓN CON COSAS CADA VEZ MÁS FEAS!

Una función fundamental del arte actual es la de mostrar inquietudes, sentimientos y deseos del ser humano…y el modo más recurrente para transmitir lo que el hombre ha querido decir consiste en la transformación de materiales en la naturaleza con fines expresivos, y si el arte habla de la vida, ¡Por qué limitarse a materiales y su transformación! Sería absurdo negar que la vida misma pueda ser un fin artístico, estético o incluso formal…es por ello que los artistas de hoy muchas veces proponen experimentos en espacios de contacto y relación humana: a partir de nuestros cuerpos, de los objetos que nos rodean, de los lugares que nos definen, de los usos y costumbres que nos moldean.

Sus trabajos son experimentos en los que se intenta ver y vivir la reacción de y con los espectadores…se trata de que estos abandonen su rol tradicional y se involucren en la vida  –o en otras vidas- por medio del arte. Su objetivo es el MOVERE retórico, el cambiar nuestro punto de vista o de posición ante un argumento válido.

También el punto de vista estético ha cambiado. Muchos trabajos de arte actual están en las fronteras de un término que suena complejo: ESTÉTICA RELACIONAL. Pero bajo la aparente complejidad, lo que el artista pretende es vincular diferentes contextos, conceptos o situaciones con una finalidad estética. Al principio parece difícil, pero si esperamos un momento –y apreciamos más allá de la belleza del objeto- veremos que ¡Nos son próximas EN EXTREMO!

El artista pretende a través de un pedazo de su mundo cotidiano –que es el nuestro- hacer un comentario, revelando sentimientos e inquietudes que nos conciernen a todos de forma íntima, generando un diálogo conmovedor y muy humano. Ciertamente los comentarios más íntimos vienen de imágenes relacionadas con nuestro cuerpo.

El cuerpo humano es uno de los derroteros más significativos del arte actual. Es nuestro más íntimo y solemne territorio: es nuestra trinchera SOCIAL, POLÍTICA, RELIGIOSA, CIENTÍFICA  y TÉCNOLÓGICA. Sí. Los artistas encuentran en el cuerpo humano una fuente inagotable de recursos, lenguajes y metáforas que van de lo sublime a lo grotesco, de lo sagrado a lo profano y de lo sugerente a lo repulsivo…porque es fascinante saber que todos tenemos el mismo cuerpo, ¡Y A LA VEZ TODOS TENEMOS UN CUERPO DISTINTO!!! Hay tanto qué explorar en este sentido…identidad, sexualidad, raza, belleza… ¡Hay tanto por decir!

Otro tema, muy tentador pero, igualmente desconcertante es lo azaroso.  La casualidad y lo que representan con respecto a la otrora visión del HOMBRE DOMINADOR DEL MUNDO A TRAVÉS DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA, es una temática recurrente para el artista contemporáneo…en una era de certezas fragmentadas, ¿No es el azar una de las fuerzas más grandes del universo? Es por esto que EL AZAR, LA CASUALIDAD, LO FORTUITO, son tomados como una oportunidad de introspección filosófica, sobre la fragilidad humana y nuestra soberbia ante lo naturalmente estético, maravilloso y sorprendente en el universo.

Por otro lado, es común que se nos presenten como obras de arte, objetos comunes y corrientes de nuestro entorno… ¿Qué sentido tienen? Si bien, es cierto que cuando estamos frente a una obra de arte, una escultura, una pintura…establecemos un vínculo estético-emocional especial, por qué no reconocer que tenemos esa misma experiencia con TODOS LOS OBJETOS QUE NOS RODEAN. Es por ello que LA ARQUITECTURA, LOS MUEBLES, LOS INSTRUMENTOS DE TRABAJO, LAS PRENDAS DE VESTIR, LAS SEÑALES, LOS EMPAQUES…y demás objetos de diseño, nos dicen cosas a través de instalaciones y experimentos objetuales en museos y galerías. Los artistas los utilizan como letras de un abecedario que todos conocemos para hacernos llegar un mensaje. Para ello, proponen cambios de rutina, lecturas desde otros puntos de vista –sociales, pedagógicos, filosóficos-, por medio de dinámicas de interacción con objetos cotidianos y de diseño en contextos alterados. Estos objetos son importantes, porque a partir de ellos es que atacamos el caos cotidiano, creando lo que llamamos NUESTRO ESPACIO: NUESTRA REALIDAD en un tiempo no histórico, donde la realidad no existe más como la conocíamos. Se trata de cuestionar y conocer por medio de los objetos, otras realidades.

Como conclusión diremos que hoy en día, NO TODO ES ARTE…PERO CUALQUIER COSA PODRÍA SERLO DADA LA INTENCIÓN DE QUE LO SEA. Y SÍ, los artistas, sí que quieren llamar nuestra atención…¡Y SACARNOS DE NUESTRA ZONA DE CONFORT! Y es por ello cuando nos enfrentamos a lo que NO QUEREMOS VER: ¡decimos que NO NOS GUSTA!!!!!

Leer arte actual no es una cuestión de gusto…leer arte actual requiere arriesgar el propio punto de vista y explorar nuevas formas de ver y pensar nuestros problemas. Es una cuestión de tolerancia e interés por el otro, y lo que tiene que decirnos.

Es por ello que nos hace sentir tan inseguros. Es por ello que vale la pena intentarlo.