El espacio originalmente concebido como suite de visitas acondicionada con una sala de estar, dos camas queen size y baño, sirve como habitación adicional -pequeño departamento independiente- que puede alojar a una familia de visita en la residencia. Por otra parte, el inmueble también contaba ya con un amplio espacio de biblioteca que, sin embargo, se mostró insuficiente para un acervo bien documentado en arte, literatura e historia, que requería urgentemente de un espacio adicional. Al no contar con la opción de una construcción adicional, se decidió adaptar la suite como una nueva biblioteca, sin dejar de tenerla como opción de alojamiento eventual.
Bajo la estética de la obra en colección ya colocada en la habitación, que incluye más de cien fotografías, fotogramas y fototipias de diferentes autores de reconocimiento internacional, así como cristales importantes de las firmas más connotadas de los años veintes y treintas del siglo XX -en la impronta clásica del Art Decó-, y del mobiliario clásico mid century de la autoría de Frank Kyle, Michael van Beuren y Harry Bertoia acompañando a un par de espléndidas cómodas antiguas ca. 1928, se decidió complementar el mobiliario con una librería de líneas geométricas, que acusaran tanto la filiación al movimiento de artes decorativas, como a la limpieza del imaginario de la postguerra norteamericana a mediados del siglo XX.
Se han vestido todos los muros de la estancia con libreros hechos a medida, que bajo el esquema de diferentes alturas en entrepaños pudieran alojar toda la colección de literatura del acervo en biblioteca. Recorriendo el espacio como especie de segunda piel, los libreros ocuparon el área libre de muros en todo el derredor de la habitación. La sala se reacondicionó bajo la premisa del uso frecuente de algún lector, reubicándose el mobiliario para una mejor funcionalidad del espacio desde la doble asignatura del mismo.
La Suite NY o el cuarto verde -como le llaman los habitantes de la residencia-, al final recibió un acervo de más de 400 obras entre libros, revistas y carpetas de grabado, generando para el espacio la calidez y personalidad que solamente los libros le pueden conferir a una habitación.
Arquitecto: Arturo Torres Romero de ATRArquitectos
Mobiliario y accesorios: Morton Casa deSubastas
Menaje adicional: Javier Carral deGalería Trouvé
Libreros enmadera: Andrés Márquez Carpinteros
Iluminacióny restauro de candiles: Arturo Macías Muñoz